24.3.07

De vuelta de el viaducto, de vuelta de mi mismo, de vuelta de de vuelta, habito libertad street. La señorita sarampión me cuenta a cómo está la línea de cemento. Sueña con conmover a la clientela y con los tiempos en que le regalaba lluvia horizontal. Las sesiones íltimas de cine, siempre eran Lars von Trier en mi pelvis, pero ahora la única línea que me queda va de Termini a cinecitta, Nani Moretti no le llega a los zapatos a Pasolini y los números de su teléfono no aciertan mi combinación. Chico ultra-ultra-ultra-sensible con su harmónica esperaba un barco en el andén. Desde la nasa pusieron un mensaje, “ese tipo lleva un mes sentado ahí”, y airtel le mando un aviso al móvil, “su terminal apenas suena caballero, su currículo demandaba otro perfil”. Chico hiper-sensible armónica afinada en MI, con su peluquera fija, su mantis devorando otro amante, su isohipsa alrededor del cuello, su licencia de armas caducada… Puso un mensaje a la luna un martes, y la luna no le contestó. Las mareas hacían interferencias, las mareas no quieren que salga el sol. La hippie me regalo un mes de sus veinte años y luego me lo cobro por dos. Le habría pagado muy bien cuatro si el primer día me hubiera dicho adiós. Te busquó en la plaza de Ópera, te busque en el carrefour de Alcorcón, te busqué en la penitenciaria, te busqué en Pompeya Marina D’or. Señorita soledad ya es señora. Señora de Don adosado en Rascafría. Y la bruja que lee la mano dice, dice que no hace falta que se quite los guantes para ver, para ver que los pactos están para romperse, y los pies para ir a donde quieres poner las manos. La lluvia horizontal hacía encogerse el corazón de la chica. Cuando mini RRHH sube por la escalera, la alegría sale por la ventana. Cuándo volverán las mantis con su paso brioso. Mantis apocalípticas desfilando por la Castellana, llamando a cada puerta para decir -No se asusten y permanezcan en sus tareas. Sólo estamos buscando peluqueras.

No hay comentarios: