30.10.06

Al tiempo que les muestro mi perfil
mientras cumplo lo que firmo y no lo niego
ya no espero saber mi porvenir
ni quiero hacer de tu falda mi pañuelo.

Se compra pan de hoy, vino de ayer
margaritas a punto de ser marchitas
el reloj de mi vida va al revés
y mi hambre no tiene ninguna prisa.

No le digo a cualquiera lo que a ti
aunque a cualquiera digo cualquier cosa
de mentira yo no se vivir
quien se conoce, no atiende a la moda.

Eros juega conmigo al escondite
Baco nunca me da un libar violento
Apolo cuando llamó, no estuve en casa
Tanatos sabe que no le tengo miedo


El equipaje lo tengo facturado
solo me falta coger el sombrero
si alguna vez pisas un charco, ahí va mi capa
el teléfono móvil lo llevo puesto

Cuando te aburras de lo sublime, silva
que no quieras mi beso es lo de menos.

28.10.06

San Blas mil novecientos ochenta y tantos...

No hace muchos años, cuando la dimensión de mi ciudad empezaba a hacérseme notar, los chicos del barrio no necesitábamos del autobus 70 para acercarnos a la Cruz. Teníamos un amigo que a eso de las 6 de la tarde pasaba siempre por delante de mi casa y del parque donde jugábamos en su particular vehículo. Él iba a recoger el cartón de las tiendas de Alcalá en una galera. En la misma nos montábamos nosotros los sábados con pantalones de domingo y mil pesetas en los bolsillos. Una galera era un camión, la caja de un camión, tirada por 2 o 3 hermosos caballos: Rayo, Kempes, y del tercero no recuerdo el nombre. Un carro de caballos que no sabia de itv’s, ni de contaminación de tubos de escape. El trayecto podía durar de 10 a 15 minutos, dependiendo de si José (que así se llamaba nuestro amigo) considerara importante la cantidad de cartón que pudiéramos encontrar por García Noblejas en el trayecto. Si había muchas cajas a la puerta de la fensa, nos bajábamos con él y en dos minutos el cartón estaba en la galera. Éramos harapientos monarcas en un barco pirata desde el que mirábamos por encima a los coches. Mi madre no tenía problema, ya que conocía a José desde hacía muchos años y de vez en cuando subía a mi casa a llenar la cantimplora o a llevarse una fiambrera (hoy conocida como “Tupperware”) con tortilla. Con mi padre de vez en cuando se tomaba un chato los domingos en bares donde se podía cantar. Hoy los bares no dejan cantar a los parroquianos, no hace mucho me echaron de uno del barrio por arrancarme con un tango. Y eso que antes lo más suave que se cantaba en los bares de mi barrio era el “5º regimiento” o esa versión de “Ay Carmela” donde se cambia la estrofa del paradero adonde se podía escribir, que dejaba de ser “en el puente los franceses 1ª línea de fuego”, y se convertía en “Cárcel de Carabanchel, entre estudiantes y obreros”. Realmente los tiempos eran mucho más duros y más confiados al mismo tiempo de lo que ahora son. Entre semana, si José no llevaba demasiada prisa, aparcaba la galera (siempre había sitio) y, mientras los caballos merendaban hierba del parque, él se sumaba a jugar al bacón con nosotros. A veces quedábamos con él los sábados por la mañana y nos íbamos de viaje en bici a continentes remotos, como Moratalaz o Vicálvaro. No debíamos tener muy buena pinta porque los padres, al vernos llegar a las fuentes de los parques de Moratalaz, llamaban a sus retoños y no les dejaban más radio que dos metros a su vera para andar con sus bicis o balones. Seguramente creían que íbamos a escenificar un plan renove de vehículos a dos ruedas. Les cuento esto porque ya ando un poco mejor hoy, aunque nunca tan bien como anduve por mi calle montado en la Galera de José, vestido de domingo, camino del metro de Ciudad Lineal con mil pelas en el bolsillo.

18.10.06

Roja Amarilla y Morada


¿Quién ha retirado el libro de Sabina?
¿Quién ha censurado la lengua libre y obscena de Joaquín?
¿Quién no soporta el libertinaje?
¿Quién ni para follar se quita el traje?
¿Quién no sueña?
¿Quién no vive?
¿Quién teme la muerte y no vive la vida?
¿Quién tiene dos cuernos y no los pone?
¿Quién escucha la COPE?
¿Quién se escandaliza?
¿Quién llora sólo en los entierros de un bando?
¿Quién mata? (que se muera de miedo)
¿Quién suspende a la más guapa de la clase?
¿Quién es notario o registrador de la propiedad?
¿Quién visita al que no debe?
¿Quién soba la tricolor, llevando corona?
¿Quién, henchido de almidón, se lamenta por un chiste?
¿Quién no se ríe del Borbón? (que me toque lo que rima)
¿Quién me ha robado el mes de Abril en Octubre?
¿Quién censura? (seguro que no se le pone dura)
¿Quién lo ha hecho? ¿Quién? ¿Quién? ¿Quién?



Por el Grande, Grande, Libre, Libre,y Rojo, Rojo (como YO) ... BARRABASO.

15.10.06

2 de Mayo del 96 y un desfile


Aunque ayer me acosté a las cinco y media, me he levantado pronto porque quiero ver el desfile del día de la Hispanidad. Me gusta ver al ejército en la calle, me gusta cómo bajan La Castellana, sólo echo de menos más armas pesadas. Cohetes o Katiuska… más tanques… Que el mundo viera de lo que somos capaces, y que respire aliviado de que no soy yo el Jefe del Estado. Porque entonces La Nación volvería a estar a la altura de su Historia. El caso es que anoche llegue tarde porque estuve en el club Garamon (Yo llamo “club” a todos los bares) y mientras sorbía un Bombay Azul, me acordaba de José Miguel Arrollo en la tarde el 2 de Mayo de 1996 en Madrid, y me emocionaba. Yo estaba ese día en Benidorm y me tuve que bajar a bañarme en la playa a espabilarme pegando pases porque acababa de ver a Joselito ponerse la muleta en la izquierda, dejar la mano derecha “tonta”, relajar los hombros y quedarse en su famoso desmayo en los terrenos de la verdad. Eso era torear. ¡Que faenones!
Qué hermosura ver a los paracaidistas bajar del cielo madrileño con la bandera rojigualda. Qué emoción ver pasar al tercio con sus tambores, su himno, su paso de 90 por minuto.

10.10.06

Leonard Cohen y un sortilegio... In My Secret Life.

La editorial Lumen acaba de editar el “Libro del Anhelo”, y eso son palabras mayores. Porque cuando pienso en el nombre de su autor, se me pone la misma mueca en la cara que sólo me aparece cuando acabo de oler y dar un pequeño trago a un gran reserva. Para mi Leonard Cohen es eso, un gran reserva que mis altavoces filtran cuando mi corazón lo requiere. No se puede abusar de él, no es Madonna, no es Alejandro Sanz, no se puede mezclar el calimocho con el caviar. La primera vez que lo vi tenía 17 años. Pasaron un concierto en la 2 y me quede sorprendido al encontrar la poesía más perfecta en sus canciones. Al verlo descubrí que se podía ser una leyenda y no ser un pedante, que se podía ser cantautor y ser elegante, y que se podía llorar por amor y no ser un llorón. Es uno de los tres únicos casos en los que se puede usar de verdad esa sentencia que tanto me fastidia, y que tanto usan los que no han escuchado música ni han leído poesía, de que “…es que fulano, es un poeta”. Sus canciones (entre otras muchas cosas, claro) me conducen por las mas bellas Ithacas una adolescencia que ya se prolonga demasiado, camaradas y amigas. Las únicas dos veces que he respirado el mismo aire que él, me he sentido como Alicia en el País de las Maravillas, y he salido del concierto como si acabara de hacer el amor en cada canción.
Tiene un ejército de canciones preparadas para durar toda la vida. Resistirán ataques atómicos y bacteriológicos, resistirán modas y modismos, deconstrucciones y sobreproducciones, aun cuando todo se vaya al principio de los tiempos y la música se vuelva ha hacer con ditirambo y aulós, se entonara “Hallelujah” por alguna diosa.


Dance me to your beauty with a burning violin
Dance me through the panic 'til I'm gathered safely in
Lift me like an olive branch and be my homeward dove
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love

Oh let me see your beauty when the witnesses are gone
Let me feel you moving like they do in Babylon
Show me slowly what I only know the limits of
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love

Dance me to the wedding now, dance me on and on
Dance me very tenderly and dance me very long
We're both of us beneath our love, we're both of us above
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love

Dance me to the children who are asking to be born
Dance me through the curtains that our kisses have outworn
Raise a tent of shelter now, though every thread is torn
Dance me to the end of love


Dance me to your beauty with a burning violin
Dance me through the panic till I'm gathered safely in
Touch me with your naked hand or touch me with your glove
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love
Dance me to the end of love

Este “Libro del anhelo” es el resultado de un entrenamiento voluntario en un monasterio budista de Los Ángeles, trabajando como sirviente de su maestro Roshi. Lo que en otras estrellas del rock podría sonar a locura y aburrimiento en Cohen suena a ¿Por qué no? y a buscar la vida que quiero llevar, completamente desmotivado de la exterior. Pero cuidado, hablamos de un hombre que sabe lo que es el mundo y es consciente de su precio. Toda su producción postmoderna a partir de “Various Positions” es un catalogo de ironía, ternura, amor, y cinismo. No se puede escribir mejor ni más sencillo que en “Ten New Songs”, esta canción se llama “In Mi Secret Life”

I saw you this morning.
You were moving so fast.
Can't seem to loosen my grip
On the past
And I miss you so much.
There's no one in sight.
And we're still making love
In My Secret Life.


I smile when I'm angry.
I cheat and I lie.
I do what I have to doTo get by.
But I know what is wrong,
And I know what is right.
And I'd die for the truth
In My Secret Life.


Hold on, hold on, my brother.
My sister, hold on tight.
I finally got my orders.
I'll be marching through the morning,
Marching through the night,
Moving cross the borders
Of My Secret Life.


Looked through the paper.
Makes you want to cry.
Nobody cares if the peopleLive or die.
And the dealer wants you thinking
That it's either black or white.
Thank G-d it's not that simple
In My Secret Life.


I bite my lip.I buy what I'm told:
From the latest hit,To the wisdom of old.
But I'm always alone.
And my heart is like ice.
And it's crowded and cold
In My Secret Life.


Aunque nunca hemos hecho el amor físico, yo lo hago con una que se mueve rápido, que es eterea, se ríe como no puedo ni describir, se ríe con los ojos, con los dientes, con el pelo largo… se ríe… y vuelve la primavera al corte ingles en octubre. Se llama… bueno yo la llamo diosa. Diosa no puede ser cualquiera, a otras las llamo modelo, o super-modelo incluso! Pero Diosa sólo está reservado pues eso, a las que no son terrenales, a las que sólo se puede hacer el amor con ellas volando, otro día les diré como se llama. Es mi novia, pero ella todavía no lo sabe. Bueno, sí lo sabe, sabe que la amo, no que hacemos el amor in my secret life. Y mira que estoy todo el dia ahí, a pico y pala… Volvamos a Leonard.


Les invito a esta cínica lucidez, a este portar la cadena del amor con placentera altivez. “When you've fallen on the highway, And you're lying in the rain, And they ask you how you're feeling, Of course you say you can't complain, If you're squeezed for information, That's when you've got to play it dumb, You just say you're out there waiting For the miracle to come”.


Hacedme caso. Leonard Cohen me ha nombrado encargado de su márketing para la Republica Invisible. Sigo sus órdenes.