29.3.13

Marzo



Por primera vez me sumo a la “madrugá” del jueves santo. Eso si, en esta procesión no cargo con un palo sino con una muñeca de carne y hueso y cuatro kilos de pellejo. Procesiono por mi habitación bordeando la cama y ya a las siete de la mañana la acuesto no muy convencida.

Las televisiones me retrotraen al franquismo de mi infancia, cuando el país se paraba una semana y en la pantalla solo aparecían los miembros del Klan. Ahora los bares no cierran y comemos carne, pero la televisión pública, la que pongas (por supuesto con tele Madrid a la cabeza) te retransmite a los siniestros nazarenos tirando o cargando con los muñecos.

Grima da ver en Málaga al actor Antonio Banderas dándolo todo y pegando voces con el himno de la legión. Otra más de las razones que hacen de este país un sainete. El ejercito se suma a participar del carnaval religiosos, armado y por la calle, y con el madero a cuestas. Estamos acostumbrados a todo tipo de patochadas por parte del ejercito (la última no me la esperaba, lo reconozco. Torturar a prisioneros en territorio ocupado solo lo creía capaz de los profesionales del terrorismo del ejercito USA), lo que sorprende más es ver a Banderas de esa guisa.

Entre mis pasos particulares, entre bibe y gases releo a media lámpara a Eduardo Haro Tecglen. De los mitos de juventud, Haro me aguanta mejor el paso del tiempo que Umbral, al que también vuelvo en estas noches. Haro de hecho me parece lo más lucido del periodismo español el los últimos 30 años. Aunque ahora redescubro con alegría un periódico online con grandes articulistas. http://www.eldiario.es/ no obstante le falta alguien capaz de ofrecer algo a diario, capaz de esos reflejos que ofrecen la continuidad lineal más absoluta en la actualidad. Claro que es muy difícil escribir todos los días con talento y capacidad de análisis, y más sin repetirse. Y más sin ser de la ETA, que diría Cristina Cifuentes.

Me levanto casi siempre molido y con esa sensación de estar medio dormido. Luis Barcenas es real. Era el tesorero del partido que gobierna la nación y ha defraudado millones de euros al fisco, al gobierno, y los tiene en Suiza. Y el gobierno sigue en pie. Como si nada. Siguen con el golpe de estado y el derrumbe programado de los servicios públicos y preparan una nueva ofensiva contra quien ingenuamente, se creé libre. http://www.eldiario.es/sociedad/Gobierno-prepara-estrategia-apoyo-familia_0_115489098.html

Entro en el nuevo blog de Ignacio Luzuriaga. Mermelada de vinilo y Celuloide
Lu es el mejor periodista de música y cine que conozco. Sus crónicas son autenticas piezas literarias, que le salen natural. Sin darse importancia. Sin jugar con ese bien tan preciado que es la cultura. Quiero decir, siendo culto de verdad jamás le he visto chulearse de nadie como dice mi sobrino Jaime. Nunca le he visto presumir de sapiencia, dándole sopas con ondas a cualquiera.

Termino la segunda temporada de Homeland (gracias a Tony Kuratti que me pone los chismes) y las criticas de Arte de Pepe Hierro, y Actualizo el camiseterio baloncestistico. 
http://tuesquenoparasnunca.blogspot.com.es/

Milos Teodosic me alegra la tarde con tres o cuatro cositas de esas que él tiene. De esas que me la ponen dura y por las que merece la pena ver algo. (¿Puede ser que hasta me guste físicamente?)



Por la noche entre paseos, sigo mirando noche estrellada en penumbra. Ya he dicho otras veces lo que me transmite.




El anhelo de infinito contigo

La intensidad total que me contagias

Los cipreses que median entre la tierra y el cielo

La distancia entre estar a tu lado y estar sobrio

las lenguas de llama oscura que penetran en el cielo

Las olas de mar salado con las que te recorro.


Árboles severos que se dan al baile entre el viento.

El árbol milenario de mi clase que me pega a la tierra.

Sobre el horizonte, una estrella luminosa que apaga la franja justamente debajo.

Tu estrella que miro en la ventana en la noche cerrada.

Montañas de perfiles bimorfos que serpentean como olas donde no existe el mar, solo tierra y fuego.

Entre casa de locos y crisis místicas, la violencia se desata en los lienzos, la velocidad del que quiere detener el tiempo en el límite de lo visible. La nebulosa se enciende en espiral, la luna naranja es a la vez sol. La aguja de la iglesia, perfil en negro en el fondo del pueblo. Sin perspectiva encima las capas de cielo, las estrellas de núcleo de coral, el horizonte eterno.

25.3.13

Sobre la cosa olímpica, de mi amiga Ruth Toledano


Aguafiestas olímpicos



¿Estar en contra de que se celebren en Madrid los Juegos Olímpicos de 2020 es ser aguafiestas? ¿Significa esa oposición una falta de apoyo y de respeto al deporte y, más concretamente, a nuestros deportistas? ¿La celebración de los Juegos Olímpicos en Madrid 2020 ayudaría, como dicen algunos, a reflotar la economía de la ciudad o, por el contrario, haría más abismal su agujero financiero? ¿Ayudaría a levantar el ánimo de una ciudad deprimida por una centralidad que representa recortes sociales y corrupción o abundaría en la distancia madrileñista con el resto del Estado? Y, sobre todo, ¿por qué (más allá de las estadísticas aportadas al COI por la propia organización del Madrid 2020, de las que tenemos todo el derecho a desconfiar), hay opiniones encontradas al respecto?
No, estar en contra de Madrid 2020 no es ser aguafiestas. Lo que agua una fiesta es que las instalaciones públicas de afluencia masiva no reúnan las condiciones de seguridad adecuadas o, directamente, incumplan la normativa, como, por ejemplo, sucedió en el Madrid Arena, uno de los pabellones destinados a los Juegos (y sobre cuyo drama, por cierto, calló cínicamente la alcaldesa Botella ante los responsables del COI). Dada la cantidad de mentiras a la que nos tienen acostumbrados el gobierno municipal, el gobierno regional y el gobierno nacional, ¿por qué tendríamos que creer que algo así no volverá a suceder?
No, estar en contra de Madrid 2020 no es estar contra el deporte y los deportistas. Al contrario: es tener interés en recordar que en Madrid faltan instalaciones municipales deportivas para los ciudadanos, que las que existen están en lamentables condiciones de mantenimiento y que son excesivamente caras. Yendo un poco más allá, cabe cuestionarse el modelo de deporte que se fomenta: el deporte como espectáculo y no como actividad cotidiana beneficiosa, como enriquecimiento personal, como construcción de tejido social.
No, no está garantizado que Madrid 2020 ayude a reflotar la economía. Todo lo contrario: el COI exige un “compromiso financiero” millonario (motivo por el que Roma, por cierto, ha retirado su candidatura), que en el caso de Madrid, cuyo Ayuntamiento tiene una deuda pública de más de 7.000 millones, ascendería a casi 10.000 millones de euros.
No, el ánimo madrileño no se va a levantar con más proyectos faraónicos puntuales que añaden gasto e inseguridad sino con planteamientos de recuperación de los derechos sociales que están siendo sistemáticamente conculcados con la privatización y los recortes en sanidad, educación, empleo y servicios públicos.
Y, sobre todo, no, no confiamos en los mismos que fomentan Eurovegas, no confiamos en los mismos que han construido aeropuertos sin aviones, no confiamos en los mismos que han construido autopistas sin coches, no confiamos en los mismos que pagaron 120.000 euros a Urdangarín por dos folios para Madrid 2016, no confiamos en los mismos que arruinaron Valencia con la Fórmula 1, no confiamos en los mismos que impulsaron La Caja Mágica inútil, no confiamos en los mismos que construyeron un campo de golf en Chamberí, no confiamos en los mismos que han permitido que se encuentre en estado de ruina el Frontón Beti-Jai, que es el estadio más antiguo de Madrid y cuyo valor patrimonial está siendo despreciado, no confiamos en los mismos que han dejado en desuso las infraestructuras construidas para el Expo de Sevilla o para la Barcelona olímpica. No confiamos en los de los sobres, no confiamos en los de la amnistía fiscal, no confiamos en chorizos, mentirosos y corruptos.
¿Por qué hay entonces una mayoría de madrileños, dicen, que apoya la candidatura de Madrid 2020? En el caso de eso fuera cierto, no tengo respuesta. ¿Acaso la tenemos para la mayoría que ha seguido dando su confianza a los sucesivos gobiernos del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid? La mayoría que da su confianza a los de los sobres, los de las amnistías fiscales, los de los cheques al yerno. La mayoría que da su confianza a los amigos de los empresarios defraudadores, que son quienes sacarían la gran tajada de las obras necesarias para Madrid 2020. Los mismos que llaman aguafiestas a quienes no quieren apoyar su falso modelo de crecimiento: el de su enriquecimiento particular a costa del empobrecimiento público.

 http://www.eldiario.es/zonacritica/Aguafiestas-olimpicos_6_114498559.html