15.3.15

Febrero



Demasiadas semanas simplemente dejando pasar las horas en espera de un acontecimiento lejano. Nuestro aniversario, el cumple de un niño, los reyes. Los años te permiten soltar amarras. Dar la mano solo a quien te apetece. La libertad tiene que ser algo parecido a no responder ante nadie. Y el viejo sol brillando y girando, sin importarle un comino, mis arrugas y los años que pasan bajo la misma estera de los vientos. Pensaste que había cosas que permanecerían toda la vida. Pensaste que había hombres que siempre se podrían hacer valer. Tin Pan Alley nos anuncia, que sigue la gran depresión. Muéstrame el rio, ayúdame a atravesarlo, no ves que estoy demasiado cansado día tras día. Yo jamás hablé en tu nombre, ni puse tus pensamientos al lado de los míos. Prométeme que no olvidaras nuestras risas, nuestros planes, nuestras lágrimas, nuestros éxitos bajitos como una casa de los cliks.

10.3.15

“Tren fantasma”, de La Gran Esperanza Blanca



La Gran Esperanza Blanca tiene nuevo disco. “Tren Fantasma” es su titulo y las ruedas de ese tren prometen llevarlos más lejos de lo que parece que ellos mismos han querido llegar nunca. Hace años que no critico discos, pero esta música rock por fin desatada y en un estado de arrebato nunca oído antes en la banda, me impele a coger el diccionario de sinónimos y volver a hablar de algo más allá que de mí mismo.

Debió ser en el 95 cuando cayó en mis manos “Hay Folk, Blues Y También Rock ‘n Roll” su primer larga duración, ese año también les escuche en Radio 3 de la mano de Ordovas y me identifique con algo que casi no había en España. Un grupo de Rock sin modernos que quisieran sonar a Bowie, a The Cure, o a un batiburrillo de influencias que los hicieran más modernos que nadie. Además no llevaban laca, no se teñían, no eran más actitud que música, ni más estilo que talento. Eran canciones bien hechas con alguna tímida perla oculta. 

Eso sí, Bob Dylan siempre estuvo subyacente acompañando la carrera de los chicos, bien admirándole en directo, bien haciendo las mejores versiones en castellano que se le han tributado en este país. Pero esa es otra historia. 

El “Medicine Show” sale ya en compact disc y “Llueve Por Las Tardes En Abril” una de las canciones más hermosas de toda su carrera. Si algo hay que reprocharle a la banda son sus excesivos y prolongados tiempos sabáticos, demasiado tiempo entre disco y disco, quizás porque Cisco Fran, el líder del grupo también se dedica a escribir y a publicar cuentos tarea en la que también tiene éxito.

“Harry Dean” es una declaración de intenciones desde el titulo, una apuesta y un homenaje a una forma de hacer las cosas y entender la música y la vida. “Lento” es un hit que si hubiera tenido repercusión hubiera podido llegar Dios sabe dónde. Las guitarras de Ferocce chirrían como nunca en el tema y el fraseo de Fran, el mejor cantante sin voz (algunos ya saben de que hablo) porque para frasear y saber cantar no hace falta ser Pavarotti, alcanza su madurez definitiva.

“Derrota” es ya un discazo a la altura de lo mejor que se puede escuchar en España. Un disco que con la distribución que merece no estaría por debajo de Bunbury y si por encima del actual Calamaro por ejemplo. El precioso homenaje a Mario Alberto Kempes “Nostalgia de Bell Ville”, “Cuchillada”, “Música Antigua” y la segunda parte de “En algo Acerté” la preciosa “Más Allá De La Colina” hacen del disco algo a lo que volver una y otra vez  a deleitarse. Un disco de verdad, quizás su primero hecho con la atención requerida y la producción necesaria.   Con el título de “Derrota” parecen asumir una carrera que nunca despegó y que sin embargo quizás sin pretensiones, brilla como nunca antes lo hizo oculta en esa esquina de España mientras el resto del país se los pierde.



Y llegamos a montarnos en este “Tren Fantasma”. De largo su mejor disco. Un Cd de estética “profesional” y canciones de verdad. Con un Cisco Fran en estado de gracia en los 12 cortes del álbum. Un tipo al quizás la madurez le haya ayudado a escoger la palabra precisa para una música que nunca había sonado tan alta en el sentido figurado y también en el decibelico para suerte de mi equipo reproductor. ROCKANDROLL. Eso es este tren con aires a cierta Psicodelia y distorsión donde el Neoyorkino de La Pobla aparece desatado y a por todas como nunca antes lo hizo. Desde el comienzo. Desde el minuto uno se lanza cuelga el balón al área de donde solo saldrá para tomarse un descanso con recuerdos en “Los Años De Felicidad”. “Azúcar Y Miel” invoca madurez y respeto que es lo de lo que puede tratar el rock a nuestras edades, y de lo que deberían tomar notas tantos primeros espadas a los sobre los que se suceden los discos en directo. No solo hay un salto adelante en la producción de la música, los textos de Fran evocan a buena literatura muy cuidada esta vez. Rezuman ecos de sus propios cuentos en muchas canciones porque música es decir cosas desde el 63 para acá.
Un placer escuchar este disco en esta época de vacas flacas en el rock en castellano. Un lujo tener esta banda siempre presente, agazapada como el Guadiana pero siempre preparada para resurgir en cualquier momento y colocarse por derecho propio en la cima de la buena música hecha con talento y corazón.