12.3.23

Domingo

 

 Releo cosas pasadas que por supuesto me dan bastante vergüenza ajena. Que falta de pudor y que atrevida es la ignorancia ¿No?¿Y porqué editar y borrar otras si decían la verdad? Nos vamos todos al retiro que hace una primavera fabulosa

8.3.23

I'm Not There

 Creé uno que a los 50 ya tiene asentado el roster de amistades, familiares y fieles varios. Pues no. Es maravilloso ver entrar a quien ya no esperabas y soltar lastre sin cargos de conciencia. 




1.3.23

¿Les he contado ya esto?

 



El día que murió Leonard Cohen



Veo los abrigos colgados
a través de las ventanas del colegio
intuyo a los que mañana algo serán
y a los que les enseñan cómo pude hacer yo.



Al lado, el quiosco de prensa aun erguido

fue el primero que cerró hace años
un centro cultural con nombre de poeta
pero no me puedo quitar de la cabeza
el día que murió Leonard Cohen.



Tenía llamadas a las siete de la mañana
tenía el invierno avanzándome en los huesos
son las cinco de la tarde y Helena está saliendo del colegio
pero no me puedo quitar de la cabeza
el día que murió Leonard Cohen.



Seguir a ciegas, cada paso es un trozo de olvido
cada certeza una nueva decepción.
 
No somos tan diferentes, despiertas y ha pasado un año
quizás puedas abrir otra botella
e intentar olvidar el día que murió Leonard Cohen.




Parece que nadie te puede volver a traicionar
pero te das la vuelta y vuelven a hacerlo
en realidad me compadezco de ellos.
Los artistas bohemios anhelan un puesto fijo
en cualquier institución del estado
y olvidar el día en que murió Leonard cohen.



Ya hay gente ganando dinero con ello
supuestos escrutadores de su obra
palabras que fueron autopistas
en conferencias las vuelven laberintos
explicando el día que murió Leonard Cohen.



Hubo quien vio colibrís en su ventana
hubo quien abrió un moet chandon
hubo quien entro a la iglesia y prendió velas
me hubiera gustado estar cerca de
 Rafa de Besa
el día que murió Leonard Cohen.



Empatía y magnetismo son las bases
de cualquier existencia poderosa
en un mundo sin fantasmas ni memoria
la última risa pertenece a la muerte.
Eran las 10 de la noche y Helena me esperaba para jugar cinco minutos
la noche que murió Leonard Cohen.