No se si es mi pintor favorito. A veces lo es también Goya… A veces Frida… Tiziano… Lo que si puedo decir es que cuando lo he visto he sentido ganas de llorar. Post-Impresionista, decía Solana. Expresionista, decía Urrutia. Sus cuadros no muestran la luz sutil de Velázquez, no tiene el arrebato total de Goya, pero su pintura desprende un poder capaz de alumbrar la tristeza más profunda por sí mismo. Quizás porque el sufrió esa tristeza absoluta, la desazón de corazón más grande que puede provocar el continuo rechazo. El descalabro vital en todas sus acciones. En lo emocional y en lo artístico, que no profesional porque nunca lo fue.”Arriesgo mi vida y mi razón destruida a medias” decía la ultima carta que Vincent escribió a su hermano Theo y que se le encontró en su bolsillo el día 29 de julio de 1890. Quizás el ultimo artista saturniano. Soledad, rechazo y miseria. La misma que tanto pintó, conjugándola con esos hermosos paisajes que vengo de ver ahora del Thyssen. Los colores de Van Gogh te llaman aun desde la antesala de la exposición. La primera vez que vi su pincelada, su hachazo violento al lienzo fue hace muchos años en Paris. La materia rebosa y desborda el soporte. Te ofrece varios modos de ver. La escena, el sueño, la propia pintura empastada… No es el resultado de la obra lo único que puedes apreciar. Es el proceso, la experiencia vital de observar un paisaje paralelo al de sus ojos mágicos. Es el término de esa acción y no el proceso acabado, que diría John Berger. Sus paisajes de horizonte alto dejando en primer plano el campo, nos hacen participes de la pintura. Entramos en ella como a un mundo fantástico viendo los campos y las casas de Auvers, al mundo fantástico que nos mostró Kurosawa en sus sueños. Los sueños que nos introducen en lo sublime. En el miedo y el placer al mismo tiempo. Podrías estar dedicándole una hora a cada cuadro y cuando la pared se acaba te quedas con las ganas de ver los cuadros de Arles. Al final te resignas a salir rompiendo uno de mis tabú que conocen ustedes. Me lleve unas tazas con la imagen de Vincent de la tienda.
2 comentarios:
Hoy he ido, como te dije. Emoción pura en colores puros. Nos mecemos en esas olas empastadas y, ciertamente, nos emocionamos. Yo no tuve ni a Urrutia ni a Solana para Impresionistas ni post...¡¡¡termino el año que viene y no he visto a Van Gogh!!! (Como tampoco a Velázquez, Rembrandt o Van Eyck, pero eso es otro contar) pero la puerta que abre el holandés loco es por donde transita Picasso, Pollock y Bacon, sin duda.
Hermosísimo tu post.
Por cierto, en "Los Sueños" de Kurosawa, quien hace de Vincent es nada menos que ¡¡Scorsese!!.
PD: Horrible el gentío. Quiero verla otra vez con Trento y quien se quiera apuntar.
Por supusesto. Volveremos a verla juntos y nos esconderemos en los baños cuando cierren para luego pasear por los cuadros como Martín cuando cierren. Cuando nos atrapen, les diremos que somos amigos de Titititita.
Que se apunte quien quiera.
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