4.5.09
El poli y el minero.
Llevo algunos meses dándole vueltas a estas fotografías. Imágenes que hablan por si solas y que están explicadas sin aditivos en el enlace que les pongo abajo. Es quizás el instante decisivo de Cartier Bresson. Es un momento de relajo en medio de una batalla. Es un simple recuerdo de una época de la que no queda nada. El pulso de Maggie a las Trade Unions acabo con la derrota y prácticamente el desmantelamiento de estos. Los conservadores británicos cambiaron barrios enteros de Londres, acabaron con un estado de bienestar heredado de la Segunda Guerra Mundial, y dejaron miles de marginados y de pobres en las calles.
No pretendo hacer un análisis de la reconversión británica, solo echar una mirada a estas fotos. Un obrero de las minas pasa revista a un policía en medio de una lucha campal de tanques de agua y material anti-disturbio, contra bolas de hierro, palos y lo que pillara más a mano. El obrero habla con el policía en esta primera imagen, mientras en la de abajo ríen a carcajadas los dos, previsiblemente ante una broma del trabajador.
El destino de los dos está marcado. Uno perderá su puesto, su manutención, lo que sabe hacer. Otro está cumpliendo su deber y cuando acabe esta batalla ira a otra, siempre con la seguridad de que están ganadas de antemano aunque tengan alguna baja, algún herido, o algún repliegue momentáneo. Siempre se podrá llamar a refuerzos con material más contundente y doblegar los objetivos huelguistas.
Pero en este momento dos hombres de parecida edad bromean seguramente en relación con el gorro de policia del obrero. Les esta pasando revista. Mandando que se retiren. Que tiren las armas, o que se unan a ellos. Dos hombres con el destino marcado que seguirán trayectorias diferentes cuando todo acabe.
A veces el destino nos pone en un lugar que no podemos elegir. En un sitio del que no podemos cambiarnos. Cuando eso ocurre solo cabe ser consecuente con uno mismo y ser decente, que es lo contrario de ser resignado aunque no quepa otra posibilidad que claudicar. Y aunque parezca fácil aguantar el tipo y salir airoso, es complicado mantener la dignidad cuando te juegas el trabajo. No dar un paso atrás y convertirte en un esquirol o un resignado. Y más en estos tiempos. Por eso estas fotografías son una lección en el recuerdo. Una enseñanza de que ninguna lucha se pierde aunque sea derrotada. Porque siempre quedara el ejemplo de la gente que se viste por los pies. Soy amigo de alguno que así me lo han demostrado, y de otros que se dejan someter sin discusiones. De palabra y de hechos. A ambos los juzgara la historia. Por pequeña que sea y a pocos que llegue. Esta foto llega veinticinco años después a este blog en otro país, en otra generación y tiempo. Y todos ustedes y yo mismo la estamos juzgando.
http://www.guardian.co.uk/politics/2009/feb/24/miners-strike-photo-don-mcphee
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Las fotos son de Breson? No lo sabía, la primera es guena de cojones. Breson va sobrao, dan ganas de comprarse una reflex.
Luis Pon.
A vale que es un instante decisivo a lo Breson no? pero no son suyas? de quién son? bueno son cojonudas.
Luis Pon.
Son del fotógrafo de The Guardian Don McPhee, que ya murió. Él estuvo allí cubriendo la movida.
Gracias por publicar tú 1º comentario acorde con el texto en 3 años, jua jua.
Te quiero Luis. Por seguir el blog y por todo lo demás.
Chino-chini-chinato-gol.
Me estoy centrando ya! oye te mando un email ahora mismo.
Luis Pon.
Publicar un comentario