Dice la historia que un joven murió en un accidente. Era joven. Lleno de vida. Amante de los conciertos y la valla de la primera fila.
Cuando San Pedro le abrió las puertas del cielo, le encontró llorando desconsolado.
-Que te pasa hombre, estas cosas pasan.
-Es que a mí me vuelve loco la música Pedro. El rock…Los poetas….
-No te preocupes hombre. Aquí en el cielo lo tenemos todo previsto. Mira allí al fondo a tu derecha.
El chico miro asombrado. En una banda celestial, cantaba Jim Morrison,” road house blues” a toda pastilla como si en vez de estar en el cielo, estuviera en el infierno.
-Ju, San Pedro, Que caña! Esto ya es otra cosa.
-No es todo. Dijo el portero celestial.
-Mira a tu izquierda.
Cuando el chico miro, no pudo contener la emoción de ver a Johnny Cash cantándole a los trenes.
-Guaaaauuu. Esto es increíble, me gustaría resucitar solo para poder contarlo. Aquí no voy a echar nada de menos.
De pronto miro a otro lado, se quedo unos segundos pensativo y por fin pregunto.
-Señor San Pedro. ¿Ese que toca allí en lo alto de aquel escenario, no es Leonard Cohen? Cuando yo tuve el accidente hace un rato Leonard Cohen estaba vivo y estaba haciendo una gira.
San Pedro le miro con cara de resignación y contesto...
-No, ese no es Leonard Cohen todavía. Ese de allí que ves es Dios, que se cree Leonard Cohen.
Algo parecido a tocar el cielo fue que se inclinara a saludarnos a mí y a mis amigos al llegar al show.
Algo parecido a ver a Dios en persona fue ver a Leonard Cohen el sábado en Lisboa. No puedo racionalizar aún una crónica. No se ve a Dios todos los días.
4 comentarios:
Has tenido una epifanía... enhorabuena Valentín...¿Conocías Lisboa?
valentin se borra de Dylan! titular mañana en el pais
Si. Ya conocía Lisboa. Las canecas, las caipiriñas del Chiado...
No creo que se borre de Dylan, pero pone a Cohen a su misma altura.
Y qué ricos los almendrados de Belém!! No nos quitamos de Dylan, pardiez, pero esto ha sido muy grande.
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