13.8.09

Sólo quiero vivir para una mujer ultrasensible con la piel hipersuave.

He de reconocer que me trata muy bien, concretamente mejor que nunca me trataron y

hasta las amigas de esta mujer, me tienen un respeto que no me deben.

Es curioso, las vueltas que dí hasta pasar delante de ella y que me viera.



Me he pasado la vida escribiendo a otras mujeres diferentes que admiraban mis letras y mi pensamiento, lleno de superioridad moral con los demás. Estas otras personas leían lo que escribía con los ojos en lágrimas de emoción. Yo creo que nunca leyeron demasiada poesía, quizás.



Curiosamente la mujer,

que me trata tan bien,

que me trae los mejores productos del mercado,

objetos comestibles y salsas, que les juro, nunca había probado.



Que me regala… Bueno cosas que quizás no importen a nadie, sombreros, y viajes a Ámsterdam o a Constantinopla.

Me mira a los ojos y me dice –Val, ponte a escribir algo, o deja los chascarrillos y los ripios. Deja de hacerte el poeta maldito, que ya eres mayorcito, y limpia el cajón de la Frida y la Boli.

Curiosamente ahora,

que ni siquiera hago rimas,

esta mujer bellísima,

cuando entono algún tango bajito,

se pone tapones en los oídos.



He de reconocer que esto me aturde, no digo que me moleste o que me duela, sólo que me sorprende y que me desorienta.





Esta mujer, que podría afirmar… inigualable. Perfecta. Es además… Bastante más lista que yo.

Y eso me desconcierta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

así amigo, así es nois dan la vuelta y si son listas nos dejan igual que al principio, sin cambiarnos y sin dejarnos igual. Nos dejan beber y nos llaman borrachos, y luego nos compran la botella. Nos besan hasta el desnudo y luego abrazan la almohada.

Yo ya no puedo con ni sin ella.

Barrabaso

Anónimo dijo...

hASTA EL DÍA 21 NO DEJAN SACAR ENTRADA A LOS NO SOCIOS. yA TE CUENTO.

bARRABASO