¡Quédate en Madrid, Diego!, ¡No te vayas! Le gritaban anoche
los gatos a Diego Ramón Jiménez Salazar en su casa, en Madrid. Y es que abruma
la posibilidad de que se vaya de España y del foro tan ilustre vecino de
Lavapies. Anoche el público de pie respondió al Cigala con devoción y
entusiasmo ante el derroche de música y facultades que mostró el risueño
gitano.
El Romance de la luna Tucumana se presentaba ayer en El
Price y el Cigala tuvo los arrestos y la virtud de presentar el disco entero,
una muestra de valentía y facultades a la hora de ahondar en los terrenos del
folklore sudamericano. A la hora de no ponérsele nada por delante para cantar a
Mercedes Sosa o a Cadícamo. Claro que Diego juega con la ventaja de contar con
el otro Diego, García. El guitarrista valenciano que descubrió Calamaro aporto
a la primera parte del espectáculo un sitio para la guitarra, no pisado hasta
ahora en España. Con una guitarra de blues Diego García hizo Rockandroll con la
milonga y el tango. ¡Que acordes! ¡Que forma de meter la electricidad en una música
tan pura y maravillosa! Y que visión del Cigala de contar con él para el disco
y la gira, supongo que previo soplo y recomendación de su compadre Andrés
Calamaro.
La segunda parte del show con su pianista habitual Jaime Calabuch, la bestia de Yelsy Heredia al contrabajo se vino arriba y aportó más ritmo y fusión si cabía al show. (Me relamo ante su anuncio de en un
futuro, hincarle el diente a la
ranchera)Y empezaron los boleros con Inolvidable y la interrelación con su
público fue en aumento entre olés y vivas a su música. Traje negro y camisa
blanca, oro que brilla en los dedos y en el cuello, pelotacitos de roncito con
naranja para pasar el calor, “no te puedo comprender, Corazón Loco…”
El Cigala imponiendo su compás con el índice, el Cigala
creciendo en la noche madrileña como un gigante en medio de unos músicos
capaces de todo, reyes del ritmo. Tan
agustito estaba en Embajadores que hizo subir a Rafaelillo al escenario con
botas de futbol y todo. Con Dos Gardenias termino la actuación aunque seguro
que en ese estado de gracia, Diego seguiría cantando en privado y derrochando
garganta prodigiosa.
No te vayas Cigala, que hace mucho calor en Republica
Dominicana y no hay público que te quiera más que el del foro, que el tuyo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario